Aquí estoy yo, con mi barriga de 8 meses en la postura del triángulo. El Yoga fue una práctica que me acompañó, me alivió y me fortaleció durante todo mi embarazo.  Yo sé que entre la barriga más crece a veces lo único que nos provoca es dormir, comernos un mango biche a las 3 de la mañana , darle rienda suelta a todo nuestros antojos y a veces no estamos tan dispuestas a incorporar  la actividad física dentro de la rutina. El cuerpo cambia, la mente cambia, las hormonas hacen de las suyas. Pero sacar un tiempo para  hacer yoga en medio del trabajo, otros hijos, compromisos, etc, vale mucho la pena. 

Estas son 5 ventajas que viví gracias al Yoga prenatal:

• Conexión total con nuestro propio cuerpo y con ese maravillos@ inquilin@ que llega a  habitarnos.
• Control, manejo y conciencia de la respiración, lo cual ayuda muchísimo en todas las fases del parto, sea natural o cesárea.
• Alivio de molestias y dolores de espalda, cuello, piernas, etc, que van aumentando a medida que la barriga crece.
• Tranquilidad y serenidad. Poder relajarse y vivir con gozo y alegría  una etapa llena de cambios físicos y emocionales.
• Creacion de vínculos con otras mamás que van a las clases. En mi caso, seguí enseñando yoga hasta  unos días antes de parir y fue muy especial acompañar a las otras mujeres en su proceso mientras yo estaba viviendo el mío.

Asi que no lo pienses dos veces y sácale tiempo al Yoga, date ese regalo, mamá.