Halloween: De Frozen a Frida

Disfraz Frida

Algo está cambiando con Disney y yo no me había enterado. Fue lo que pensé cuando este año descubrimos Frozen la película de 2013.  Con un hijo se empieza uno a hacer una cultura cinematográfica de películas para niños de las que no se tenía conocimiento alguno.

Me había quedado en los clásicos de animación magistral y tramas bastante corrientes, basadas en los cuentos: princesa bella y buena, obstáculo,  príncipe joven, rico y noble, se casan y son felices para siempre.  Frozen, en cambio, es un historia de amor, pero de dos hermanas. Los  príncipes que aparecen en la película no tienen ningún rol de portadores de felicidad: uno es un farsante y el otro es un buen muchacho al que Ana, una de las hermanas, deja plantado en una dramática escena casi al final. El amor descongela el corazón y Ana lo tiene congelado; en medio de una tormenta de nieve corre a encontrarse con el hombre que, supuestamente, podrá deshacer el hechizo. Un acto de amor verdadero, como un beso, le devolverá su corazón. Pero cuando ya están a punto de abrazarse, ella se voltea y corre hacia otro lado, hacia su hermana. Y no cuento más.

Este halloween mi hija, obvio, pidió que la disfrazaran de Elsa, la otra hermana. Quiso dormir con el disfraz, llevarlo al jardín, prácticamente fue la reina de Arendelle por tres días seguidos. Hoy el vestido untado de espagueti y salsa boloñesa, plastilina morada y tierra pegada de arenera sospechosa. ¿Qué otro disfraz podíamos improvisar? mi hermano le había regalado hace un año una blusa mejicana y teníamos una diadema de flores, igual: disfraz de Frida Kahlo. Le mostré sus fotos en internet, algunos de los cuadros y estuvo de acuerdo. Porque el arte también descongela el corazón.

Elsa de Frozen
Con el disfraz de Elsa

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