Vivir sin plástico. ¿Por dónde empiezo?

Un mundo sin plástico

Vivimos sumergidos en un mundo de plástico, metafórica y literalmente. Un mundo inundado de aparatos cotidianos que son de plástico. Juguetes, utensilios para la cocina, el aseo, el cuidado personal, frascos, empaques, desde papelitos de Bom bom bun hasta embalajes.

El otro día entré al cuarto de Aurora y era tal el desorden que no se podía ni caminar. Agarré una bolsa negra de basura (de plástico):

-A ver, vamos a tener que escoger algunos juguetes que ya no uses porque los vamos a donar.
No se imaginan el plastiquerío que sacamos: sorpresas de huevos kinder, cabezas de Elsa y Ana, regalos de cajita feliz. Prácticamente de cada salida, de cada cumpleaños, de cada ida a comer afuera, hay un recuerdo de plástico. Ver esa bolsa atiborrada de cosas inservibles me dio angustia. Las sorpresas de huevos kínder seguirán rodando por el planeta Tierra durante 200 años o más, cuando flotemos en el universo, el plástico nos sobrevivirá.

A mí me interesa acercarme a un ideal de vida con menos plástico, y más desde que soy mamá, pero a veces sé que no parece tan fácil. Cuáles son esos primeros pasos que podemos dar para tratar de salvarnos de los tentáculos omnipresentes del plástico? Pues aquí escribí esta lista de ideas, para mí, pero también para que las hagan suyas y tomen lo que les pueda servir. Por algo podemos empezar y como decía mi abuelita: peor es nada.

1. Al hacer mercado:
-Llevar SIEMPRE nuestra bolsa de tela. Como les conté en un post anterior, yo cargo una en la cartera para tenerla a la mano siempre. Decidí hacerlo porque siempre se me olvidaba y fue la solución.
-Frutas y verduras: no comprar las que vienen en embalaje de plástico. El otro día mi esposo llegó con un brócoli que parecía un astronauta: forrado en mil capas de plástico transparente, icopor… qué necesidad hay de eso? Lo mismo con las espinacas, arvejas, zanahorias y demás vegetales en que vienen en bolsas, evitarlas totalmente.

2. A la hora del baño:
Volver al jabón de barra (y empezar a usar también champú de barra)
Todos esos empaques de jabones y productos para el pelo son plástico que va a dar a la basura después de máximo un mes. Podemos volver al antiguo y sencillo jabón de barra, obviamente que el empaque no sea de plástico. Ahora también venden champú natural en barra que además de no venir empacado en plástico, está hecho con ingredientes naturales que dejan el pelo divino.

3. Cargar termo con agua, jugo, té o lo que nos guste tomar, para evitar la tentación de comprar bebidas afuera en la calle, sabemos que todas vienen en botellas de plástico.

4. Volver a los viejos tiempos de arreglar lo que se daña, en vez de comprar cosas nuevas. Yo me acuerdo que cuando era niña casi siempre las cosas se mandaban a arreglar y así, remendadas y llenas de marcas duraban años y funcionaban! Ahora todo se bota. Claro, es cierto que la calidad de los artefactos es diferente y que con la invasión de productos made in China a precios de huevo, nos sale casi siempre más barato comprar el objeto nuevo antes que mandarlo a arreglar. Pero cada licuadora, batidora que compramos nueva implica que la vieja va a la basura con sus componentes plásticos incluidos.

5. A la hora de limpiar la casa:  Esto a mi mamá le suena ya muy hippie, pero podemos hacer nuestros propios detergentes y limpiadores y reutilizar los envases que ya tenemos sin tener que comprar más productos (con envases de plástico). Además del ahorro en términos de plata, tendremos productos naturales y verdaderamente amigables con el ambiente. Acá les dejo mi post con las recetas para fabricar detergentes y limpiadores caseros Haz tus propios limpiadores ecológicos.

Qué otras ideas se les ocurren para dar los primeros pasos en una vida sin plástico?

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