En las noches, cuando leemos el cuento antes de dormir, me vuelvo una juglar profesional que cambia párrafos, frases y no pocas veces los finales.
Les leemos a nuestros hijos y por las hojas que avanzan van pasando concepciones del mundo, paradigmas.
Me he visto a gatas con algunos cuentos clásicos como “La Sirenita”. Una que se enamora de un tipo que no le da ni la hora. JAMÁS, durante toda la trama, manifiesta mínimo interés romántico. Pero además, ella renuncia al don maravilloso de su voz para obtener su amor, inutilmente.
El cuento original de Andersen, tiene además un final digno de argumento para serie policíaca: aparecen las hermanas como último recurso de salvación y pactan con la bruja. Si la Sirenita mata al príncipe puede regresar a su vida de antes. Ella se niega y termina convertida en espuma de mar.
Aurora está convencida de que la Sirenita recupera la voz gracias a sus hermanas y decide regresar con ellas al océano para dedicarse al canto, su verdadera pasión.
Pero mi versión alternativa peligra porque Aurora está aprendiendo a leer y pronto sabrá la verdad.
Ejercitándonos con la lectura ha llegado a nuestras manos un libro maravilloso, prueba fiel de estos nuevos tiempos y la variedad de lecturas infantiles que han surgido. Cuentos que no me tocaron a mí, pero afortunadamente a ella sí. Les hablo del más reciente libro de la colección “Cuentos de las buenas noches para niñas rebeldes”. Se lo regalaron a Aurora y yo ya me lo devoré. La particularidad en este tercer volumen y la diferencia con los precedentes, es que, aunque como en los otros se habla de las vidas de mujeres fuertes y talentosas que realizaron su vocación, este se centra en mujeres que lo hicieron en un país que no era el suyo. A los obstáculos personales que enfrentaron, tuvieron que sumar el de superar las barreras culturales. Todas lo lograron.
A Aurora le encantó la historia de Noor Inayat Khan, una espía al servicio del gobierno inglés durante la Segunda guerra mundial. Su apariencia ingenua hizo que algunos dudaran de sus habilidades, pero detrás de esa imagen dulce estaba una de las operadoras de radio más hábiles y astutas que contribuyó con su experticia en el mundo de los mensajes secretos a fortalecer la Resistencia.
Otra historia que le encantó fue la de la campeona de patinaje en el hielo Surya Bonaly. Lleva días arrastrando las medias y jugando a que patina en la casa, después de que también vimos sus saltos mortales en Youtube. Y es que estas heroínas son de carne y hueso. Así que leer a sus biografías es el gatillo que dispara el interés y la curiosidad por aprender más de estas pintoras, arquitectas, artistas, biólogas, deportistas, directoras de cine, activistas, cocineras, escritoras y dentistas que inspiran con su vida.
Las imágenes que acompañan cada historia son maravillosas, todas hechas por ilustradoras.
Al final, el libro deja una página en blanco para que cada pequeña lectora o pequeño lector escriba su propia historia y dibuje su retrato.
El primer día que leímos algunas de las biografías, Aurora me preguntó:
-¿Y cuando yo esté en ese libro también me van a dibujar así?
Ps: El libro ya está en español y su autora es la italiana Elena Favilli.
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