Hace muchos años, en una peluquería de barrio a la que iba mi mamá, los dueños solían distraer a las habituales clientas no con revistas de moda o chismes como es la usanza, tampoco con catálogos de cortes y peinados. En el salón de belleza “Glady’s” (porque peluquería de barrio que se respete debe llevar...