Un día de hace muchos años, mi papá se despertó asustado. -Estoy sudando verde. Se levantó la bota de su piyama de algodón para dejarnos ver sus piernas color queso. Y sí, hacía calor y por ellas corría un líquido de color moho. Por turnos, incrédulos, pasamos la mano por su piel. Primero mi mamá...