Odio viajar por carretera. O más bien: odiaba viajar por carretera por culpa de La Línea. Ese tramo que parecía de nunca acabar. Eterno, como hecho con fractales. En los primeros viajes de Bogotá a Cali teníamos más o menos diez y siete años mi hermano y yo. Mis papás, por falta de plata o...
Etiqueta: ochentas
Segundones que amamos
Lo vi en un video de la tiktoker @apariciomeli: Instagram genera FOMO y Tiktok genera empatía. Yo creo que tal vez a eso de debe el éxito de la segunda red social. FOMO traducido del inglés “Fear of Missing Out”, corresponde a algo así como la sensación de estarse perdiendo de algo, de no haber...
Tusas rentables
Cuando salíamos a vacaciones los planes eran variados. Mojarnos con manguera en los garajes, broncearnos en la cancha de basket extendiendo las toallas viejas en el cemento o el que más me gustaba a mí: oír los cuentos de las otras. Los adultos de la época hablaban de todo sin tapujos delante de nosotros. Uno...
Infancia vintage
Aburrirse. Somos quizás la última generación que conoció en carne propia el aburrimiento. Somos la casta de nacidos en los 70, los infantes que entendieron a temprana edad el concepto de eternidad: pararse frente al televisor a esperar que fueran las 4 de la tarde para prenderlo y ver unas rayas de colores acompañadas con...
Dumbo
Dudé mucho antes de ir a ver la película. Mi mamá jamás lo hubiera hecho, eso de dudar. Me habría comprado la boleta con un paquete gigante de crispetas y un vaso de Coca-Cola y ya.
La delicadeza en un Pielroja sin filtro
Algunas tardes se sentaban mis dos abuelas a charlar. Si una era un ciclón, la otra era una canción de cuna. Mi abuela paterna era un alma buena, cándidamente y sin proponérselo. Una señora que, no sé cómo, jamás practicó el deporte preferido de muchas mujeres cuando están reunidas: rajar del prójimo y específicamente de...
Primeras bandas sonoras de la vida
Mi primera influencia cultural, musical y estética fue mi prima mayor. Vivía en mi casa, me llevaba 10 años y tenía pecas claritas que con el tiempo se fueron desvaneciendo hasta perderse completamente en la piel. Cuando uno es niño, vivir con una prima, primo, hermano o hermana mayor no es un detalle de poca...
Mi Juan Gabriel
No pegué el ojo en toda la noche. Por algo dicen que no hay peor dolor que el de muela o el de oído. Anoche me gané el de muela que me hizo ver estrellas y otros astros siderales. Enfrenté el dolor pasando por todos los estados: me reproché la pereza de no cargar siempre...