A veces pienso seriamente en dejar las redes sociales. Sí, “dejar” como alguien que deja el cigarillo, el juego o cualquier otro vicio porque al final, considerando el tiempo que nos chupan las vidas de los otros en pantalla, eso son: un vicio. Otras veces en cambio, me topo con las bondades de esa caja...