Con mi hija compruebo que Halloween ha cambiado. Los dulces que reciben los niños de hoy también han cambiado. El botín recogido en bolsas y calabazas refleja la opulencia de la sociedad contemporánea. Nosotros, en cambio, recibíamos las austeras “bananas”: duras, tiesas, coloradas. Pero Chocolatinas jet? Chocobrakes? Por favor!, ni en nuestros sueños más ambiciosos....