“Piojos” googleo. Escribo tan rápido que el buscador me corrige la ortografía. Acepto la corrección que me ofrece la madre tecnología. PIOJOS. Es la palabra que me desvela. Pero voy con el mouse inmediatamente a “imágenes”. Quiero saber toda su información: qué son, cómo se suben a los pelos, dónde y cómo ponen sus huevos...