Desde que soy mamá tengo una fantasía recurrente, un deseo, una utopía, quizás una extravagancia: DORMIR, así con mayúsculas. Solo escribir la palabra y se me hace sueño a la boca. Es tal vez, lo que más extraño de mi vida pre-mamá. Ahora duermo, claro, ni más faltaba, pero ese dormir profundo, ese dormir de...
Porteo feliz
Hay muchas cosas que uno hubiera querido saber antes de ser mamá para haberlas aplicado después de la maternidad. Una de las maravillas que descubrí un poco tarde, fue el porteo. Tarde porque compré mi fular elástico cuando Aurora ya tenía 2 meses.
Educación sentimental: 6 consejos para mi hija
Nadie experimenta en cabeza ajena, así que estos consejos probablemente quedarán sólo en el papel, pero al menos los dejo por escrito por si algún día Aurora los quiere leer.
Buen karma
Estoy al final de mi embarazo. Me voy con mi carga extra y venerada a hacer un trámite en una de esas instituciones públicas llenas de gente, filas y tableros con números rojos cambiantes en donde se define el destino de los presentes. Todos con su papelito en la mano, mirando de reojo a ver...
Mi hermano y yo
Yo era la reina de la casa desde mucho antes de nacer. Cuando mi mamá estaba en embarazo, su barriga era la más grande de la ciudad y ella, que desde los 12 años había soñado con ser mamá, se pavoneaba orgullosa por las oficinas del Seguro Social donde trabajaba como secretaria. Sentada en su...
¿La letra con sangre entra?
Un jueves cualquiera, día de descuento en frutas y verduras en el supermercado cerca de mi casa, me voy a mercar tratando de mantener el perfil más bajo posible: los mismos leggings del día anterior, una cachucha de letras borradas y un saco anchísimo lleno de motas que podría ser una herencia de mi papá...
El motor de mi vida
Cuando mis papás compraron su primer carro yo tenía como 5 años. Era un Simca anaranjado y para dos personajes que habían dejado la adolescencia apenas ayer, tener su primer carro los llenaba de orgullo.
Las vidas pasadas de las mamás
Hoy no llueve en Bogotá y aprovecho para llevar a mi hija al parque. Ella está feliz, cuando oye la palabra «parque» coge su chaqueta y sus botas y se para en la puerta. Yo no veo la hora de salir, el parque se ha vuelto el centro de mi vida social por excelencia. No...
A palo seco: historia de mi parto
Una profesora de la universidad nos contó una vez que la noche en que ella nació había una fiesta en su casa. Su mamá estaba bailando y aplaudiendo cuando sintió como si estuvieran tocando un tambor, pero desde adentro. -Voy al baño. Dejó a su parejo en la pista y subió las escaleras de dos...